Después de María Escoté le llegó el turno a Carlos Díez, que con un fondo de viento arrancó su desfile. No apostó por una canción hasta el final del desfile, puesto que quería trasladarnos al más frío de los inviernos para vestirnos con sus prendas tan calentitas de algodón.
Vestidos ajustados hasta los pies combinados con botas de montaña, gorros que cubren la cabeza y pasamontañas que sólo dejan ver los ojos; pitillos ajustados frente a troncos relajados y amplios. Carlos Díez es la contraposición del slim frente al oversize, una mezcla con la que me identifico.
El desfile llegó a la cima de la montaña con el arranque de GET LUCKY apareciendo en la pasarela dos alienígenas envueltos en monos naranja fosforitos y con ellos, el final de RUN BABY RUN.
Y tras poner las fotos que hice, os dejo las oficiales con mejor calidad y perspectiva.
Una colección un tanto extraá pero las piezas con el estampado de smiley me encantan!
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