¡Volvemos a publicar una referencia foodie! Tenía muchas ganas de probar Saporem, no paraba de verlo por instagram y me apetecía devorar su carta así que, aprovechando mi vuelta de vacaciones y que Madrid está vacío fuimos al restaurante que tienen en Hortaleza 74 (entre Gran Vía y Tribunal).
El precio es asequible puesto que los platos son abundantes; estuvimos cenando en el patio interior que tienen, me enamoró el techo lleno de luces y nos dejamos asesorar por Nacho, al cual le doy las gracias por su trato, ¡¡si vais dejaros aconsejar por él!!
Como veníamos de vacaciones en República Dominicana (que la comida fue espectacular) me apetecía algo patrio así que de entrantes compartimos unas rabas ¡deliciosas! con el justo rebozado y la justa fritura (algo muy difícil de encontrar) y como adicta al queso que soy... una coquette de queso con huevo y frutos secos.
Luego Pablis se pidió el pollo con curry, arroz basmati, anacardos y manzana (aunque le robé un poco y puedo garantizar que estaba riquísimo y a mí, que no me gusta mucho el picante, tenía el toque perfecto) y yo me pedí uno de mis platos favoritos del mundo que es el tataki de atún, estaba buenísimo con la salsa de soja y teppanyaki, y me llamó la antención que lo sirvieron junto con fresas y sésamo creando una mezcla de sabor en la boca increíble.
¡¡Estábamos ya súper llenos al acabar porque ya veis en las fotos que las raciones son grandes!! Así que compartimos postre, el cual lo eligió Nacho y nos encantó: mascarpone con trocitos de oreo y fresas.
Sin duda, una experiencia repetible, nos encantó la comida, el ambiente y el trato. ¡Un 10!
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