La comarca de La Geria en Lanzarote es la zona vitinícola más importante de la isla con unas prácticas de viticultura únicas ya que, los suelos donde se asientan los viñedos son suelos volcánicos.
Las variedades que producen en su mayoría son las uvas Malvasía y Moscatel en plantaciones situadas en hoyos cubiertos de ceniza volcánica que pertenece a las erupciones de Timanfaya que duraron ¡6 años! desde 1730 a 1736 y cuya ceniza (llamada rofe en la isla) evita la evaporación del agua que en la isla, mayoritariamente proviene del rocío. Esos hoyos están protegidos por muros semicirculares para evitar dañar las viñas por los vientos Alisios.
Debido a sus características térmicas, la vendimia en Lanzarote se realiza en junio, siendo la primera de toda Europa.
Nuestra penúltima parada antes de irnos de Lanzarote y dejar nuestra preciosa villa -ver aquí- (la última fue la visita a La Grieta del Volcán) tenía que ser una bodega, en nuestro caso elegimos la Bodega La Geria. Teníamos planeado hacerla antes pensando que podíamos ir a cualquier hora, coger el tour por la bodega y pagar allí la entrada, pero era necesaria reserva.
Cuando llegamos sobre las 12.00 nos comentaron que había un tour a las 14.00 pero que era en inglés y el español era a las 17.00 y nosotros habíamos pensado en el tour en ese momento porque nos pillaba de paso de visita a otra zona así que lo programamos para nuestro último día en la isla antes de volver al aeropuerto, reservando las entradas por internet.
Tras la visita a las viñas y a la bodega, te preparan una cata de vinos. La bodega es muy pequeñita debido a que por la separación que debe haber entre las viñas para que sus raíces puedan extenderse en busca de agua en un clima tan poco lluvioso como es Lanzarote, hace que la producción que obtienen anual no sea muy grande y al ser principalmente vinos blancos, no necesitan estar en barrica durante meses o incluso años.
La entrada nos costó 10€ por persona.
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