Casa Mono (C/ Tutor 37, metro Argüelles) es el lugar perfecto, tiene unos enormes ventanales que están abiertos para garantizar la ventilación en el local, la decoración es exquisita y te hace sentir como si estuvieras en casa.
Es perfecto para hacer un plan de tardeo con cervezas y copas con amigos pero también es muy agradable para cenar cuando el sol ya se ha metido tras los edificios y corre una ligera brisa entre las mesas.
Nosotros fuimos a cenar y, aunque tienen carne en la carta, todos los platos que pedimos fueron pescado. Compartimos de entrantes unas zamburiñas y pulpo a la parrilla con patatas ajadas. De segundos pedimos el tataki de atún, es uno de mis platos favoritos pero que soy incapaz de hacerlo en casa así que si salgo a cenar fuera y está en la carta... me lo pido siempre; y rape confitado con tartar de berenjena, piñones y jugo de pimiento rojo (nos quedamos con ganas de pedir el steak tartar un poco por la misma razón que siempre pido el tataki, porque son platos que en casa nunca hago).
Para endulzar la cena y disfrutar de un ratito más en el restaurante, pedimos la tarta de dulce de leche que está ESPECTACULAR y un brownie de chocolate con helado que es un clásico que nunca decepciona.
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